El ensamble y producción de autos y partes relacionadas continuará siendo el mayor segmento de comercio internacional del país.
La infraestructura mexicana se ha desarrollado aleatoriamente, obstaculizando así la optimización del proceso logístico en el corto plazo. Esto está cambiando positivamente.
Los fabricantes automotrices en México (OEMs) utilizan métodos logísticos tradicionales y probados, mismos que han agotado su eficiencia ante nuevas alternativas.